domingo, julio 03, 2022

Billonarios

 En los años 90, yo tenía alquilado un estudio muy chulo en la calle Riereta, en el Raval, cerca de la #Massana. Por la mañana o por la tarde, daba clases y luego iba al estudio.

Estaba la mar de bien, tenía como un altillo, o sea que habían dos plantas, había una escalera de madera muy bonita y salida directa a la calle. Tenía una puerta enorme de madera, con la que podías entrar cualquier cosa por muy grande que fuera, también tenía lavabo, y una pequeña estancia con una especie de cosa parecida a un lavadero/bañera en la que podías hacer cosas que necesitaban agua.

Todo muy cuqui.

Me puse teléfono a mi nombre.

Y estaba allí la mar de bien.

Y lo mejor es que me costaba dos duros.

Un buen día se presentó un holandés y me dijo que una empresa de Londres, quería comprar TODO el edificio. El edificio, en realidad era ruinoso. En la puerta de al lado, había, siempre un señor mayor sentado en una silla, vendiendo drogas y siempre había una pequeña cola.

El holandes, super guapo, amable, educado y trendy, me ofreció pagarme 200.000, en áquel tiempo eran pesetas, por los dos años de contrato de alquiler que me quedaban.

Yo, ya estaba a punto de irme fuera de Barcelona y tenía pensado dejar el estudio, por lo cual, pensé que me había tocado la lotería.

Y dije que sí, qué bien!. Estupendo!. Claro que si, guapi!.


SEGUNDA PARTE:

Cómo los milmillonarios pagan millones para ocultar billones.

Los investigadores calculan que entre un diez y un doce por ciento de la riqueza del mundo está oculta en paraísos fiscales, sociedades pantalla, trusts y otros mecanismos semejantes. Es muy difícil saber la cantidad exacta de esa riqueza oculta, obviamente porque está oculta, pero los expertos estimaron en 2014 que esa cantidad puede ascender a más de 7,6 billones de dólares. El economista Gabriel Zucman calculaba en 2016 que el capital oculto en paraísos fiscales había aumentado un 25 % entre 2010 y 2015. Detrás de esas cantidades que nos pueden parecer inasumibles a la mayoría, están quienes detentan esa riqueza, pero también hay un ejército de profesionales que se encargan de ocultarla, de moverla y, sí es posible, de ensancharla. Es lo que se conoce como la Industria de la Defensa de la Riqueza.

Tienes 100 millones de dólares. ¿Dónde vas a meter ese dinero? ¿Cómo lo vas a invertir? Los ricos quieren tener activos en todas partes, quieren tener dinero en distintos tipos de riqueza y de activos. Y el mercado inmobiliario es tremendo, porque puedes ser propietario de bienes inmuebles en múltiples lugares.

Puedes ser propietario de forma anónima. Y suele ocurrir que el valor de estos bienes sube en determinados lugares y áreas metropolitanas.

Está ocurriendo en todo el mundo: en Barcelona, en Madrid, en Londres… Y ves estos nuevos edificios, con apartamentos y viviendas que son propiedad de estos ultrarricos. En muchas de esas viviendas no vive nadie, están vacías. Son, en realidad, unidades de almacenamiento de riqueza. 

Lo que estamos viendo es que parte de esta riqueza oculta está apareciendo en nuestros barrios, comprando casas, haciendo que suba el precio de los terrenos y de las viviendas para el resto de la gente. Pero no sabemos quiénes son sus dueños.

Esto está desplazando a la gente de los barrios, de las comunidades, haciendo que aumente el coste de la vivienda.

En los últimos 40 años hemos visto en todo el mundo cómo los salarios se han estancado en la mayoría de los países de la OCDE. Y al mismo tiempo han aumentado los ricos, no solo ese 1% más rico, sino ese 10% más rico, que son los que yo defino como gente que tiene una fortuna de más de 30 millones de dólares. Estamos hablando de una parte muy pequeña de las personas más ricas. Pero eso se ha acelerado. Lo importante es entender que esto causa todo tipo de daños. Que este sistema de riqueza escondida ha saqueado la riqueza del sur, que las naciones de todo el mundo, sus élites, están sacando el dinero de sus propios países… Pero también hace que el resto de nosotros tengamos que asumir las obligaciones fiscales de los ricos.

Este sistema hace que los ricos se sacudan de encima sus impuestos para que recaigan en el resto de nosotros. También alimenta ese tipo de austeridad, de falsa austeridad que tienen muchas sociedades: “¡vaya, no tenemos dinero suficiente para realizar esas inversiones públicas que necesitamos!”. Pero la conclusión principal es que existe una cantidad enorme de riqueza, estimamos que alrededor de 30 o 40 billones de dólares en manos de las personas más ricas del planeta y que está oculta en estos sistemas de riqueza dentro de cada país como en el extranjero.

Quins cullons!.








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