martes, mayo 03, 2022

El Eixample

 Después de la época de la Sagrada Familia, me fui a vivir a un piso en el  centro del Eixample. Es un barrio muy bonito y yo había acabado bellas artes y buscaba un sitio para poder pintar. Encontré un piso que tenía una gran sala para pintar y una terraza, donde hacía los trabajos de ilustración, que era en lo que trabajaba en ese momento. Este piso tenía la ventaja, de que en la calle, en la puerta de al lado había una tienda de bellas artes y era muy práctico.

El piso era un 6° sin ascensor, de ahí su precio: 90 € (contrato indefinido) y de ahí su luz, había luz por todas partes.

Como era arriba de todo, subías unas escaleritas y estaba el terrado. Allí iba a tomar el sol y alguna vez hicimos verbenas, se veía el Tibidabo iluminado.

Aquí sí que tuve tele, fue lo primero que me compré.

Allí estuve unos años. Hubo un incendio y una explosión de gas (en otros pisos).

Y empezó el tema del moobing inmobiliario y la lucha por la vivienda en Barcelona, la encantadora abuelita que me lo alquiló murió y su repelente nuera, que vivía en la escalera, me quería echar porque pagaba muy poco. Me robaban la declaración de hacienda, me pusieron un detective (yo tenía otro estudio con unos amigos en el Raval). Me lo dejó muy claro: "No quiero gastar más saliva, quiero que te vayas!". Fui a la oficina del consumidor al Ajuntament y me tocó de abogado: Joaquim Forn, el indepe que ha estado en prisión 3 años.

Acabó esta época y vinieron otras.

El río de la vida.








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