sábado, enero 15, 2022

Justin Bieber

 Si, yo fui a ver un concierto de JUSTIN BIEBER, lo confieso.

Mi hija tenía la etapa belieber y quería ir a verlo. Salió el anuncio, a toda página en El País, y Justin actuaba en el Palau Sant Jordi el 4 de abril de 2012, el día de su cumpleaños!!!.❤

Las entradas las vendieron 9 meses antes. Un día, yendo a la escuela, vi a las 8 de la mañana una cola que rodeaba el Fnac de Pza. Catalunya, pregunté de qué era la cola y me dijeron que a las 9 empezaban a vender las entradas de Justin Bieber!.🥶

Llamé a Víctor y fue a comprarlas, se agotaron en 2 horas.

Llegó el día del concierto y fuimos allí. Muchas medidas de seguridad y al entrar, en el merchandising una cola que pa qué!, mi hija quería una sudadera  y tuvimos que hacer la cola.

Nos sentamos y esperamos que empezara. Hacían aquello que poner un cronómetro al revés para dar más emoción. Cuando salió él fue apoteósico, una histeria total. Mi hija estuvo todo el concierto de pie. Y no se oía mucho, porque todo el concierto fue el sonido de miles de gritos que chillaban sin parar.

Nosotros estábamos en las gradas y la pista era un mar de móviles encendidos.

La imagen de fondo y los efectos de video eran super espectaculares, muy modernos y muy bien hechos. Yo hacía tiempo que no iba a un concierto y me pareció impresionante.

Creo que el caso de Justin Bieber, es el primer caso que se produce a nivel mundial con fans tan jóvenes.

En 2015, Justin Bieber vendió más de 10 millones de álbumes en los Estados Unidos. También a lo largo de su carrera, el artista ha recibido numerosos premios. De hecho, en 2010 y 2012 en los American Music Awards recibió el título de artista del año. La revista Forbes lo ha nombrado tres veces en el top ten de las celebridades más poderosas del mundo. También es seguido por millones de aficionados en las redes sociales con más de 80 millones de seguidores en Twitter.

Believe Tour. En 2012, el artista comenzó su segunda gira mundial con 162 conciertos en todo el mundo. Ese mismo año Pollstar lo colocó 23º entre los Top 50 en el Worldwide Tours y 5º en el Top 100 Worldwide Tours en el año 2013 con una ganancia de 69 millones de dólares en 67 conciertos.

Patricia Vives, en su blog,  habla así del fenómeno fan:

"Hoy quería hablar de fenómenos que se escapan a los análisis y repercusiones de la comunicación. El caso más claro que he encontrado es Justin Bieber. Este chico fue un descubrimiento en 2008 con tan solo 14 añitos, de Scooter Braun, ejecutivo de la industria de la música, a través de algunos vídeos de YouTube que el cantante había subido.

Habrá gente al que le guste y gente a la que no nos guste nada, pero lo cierto es que en 2009 lanza su primer álbum y a partir de este momento su carrera sube como la espuma. Justin Bieber se vuelve el cantante de moda y a medida que pasa el tiempo se hace notorio su desarrollo y cambio musical y físico.

Bieber además trabaja como actor, en publicidad como imagen de muchas marcas, y tiene unos récords de ventas y reproducciones impresionantes. Todo esto no lleva a la gente que los sigue, una legión de fans muy fieles, en su mayor parte, femenino y juvenil, las cuales se hacen llamar «beliebers».

Y a partir de esta legión de fans entran los debates en mi cabeza sobre el personaje Bieber. En la actualidad vemos como muchas marcas fidelizan a sus clientes y los tratan y comunican de manera que muchos ellos se vuelven fans, el famoso fenómeno “lovemark”. Ahora bien, estas marcas tienen detrás un gran trabajo de comunicación, de imagen corporativa, de acciones que responden a las necesidades o deseos de estos “fans”. Y con las personas que ellos mismos son la marca, en teoría, debe suceder igual, ¿no?.

Si analizamos la trayectoria del cantante, además de su trabajo vemos varias acciones que no corresponden precisamente con los ideales a comunicar de una marca. Y es que, Bieber, además de los numerosos problemas legales como conducción temeraria, atacar las casas de sus vecinos, conducir intoxicado, etc. el cantante tiene numerosos desplantes a los propios fans. Alguno de estos ejemplos no son muy lejanos, en su reciente visita a España dejó una entrevista a medias yéndose del estudio sin decir nada, en Oslo después de cantar una sola canción, al ver que unas fans de la primera fila intentaban tocarle, abandonó el concierto.

En fin, por mucho que intento entenderlo, no consigo comprender como una persona tendiendo todos estos tachones en su currículum puede tener ese éxito y puede ser tan ídolo para tantas y tantas personas. Como he dicho al principio del post, fenómenos que se escapan de análisis y repercusiones de la comunicación. De hecho, deberían ser analizados por Iker Jiménez."









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