El lunes pasado dieron en TV3 la noticia de que en la frontera de Ucraina había personas de una ONG de Inglaterra que se dedicaban a repartir peluches para los niños que huían de la guerra y emigraban a otros lugares. Las madres de muchos de ellos explicaban que solo habían tenido tiempo de recoger lo justo, los papeles y nada más.
Para los niños es muy importante tener un peluche al que aferrarse e ir todo el día con él arriba y abajo.
El peluche o una mantita que se le llama manta de apego. En psicología, un objeto transicional es un objeto material en el cual el niño deposita cierto apego, es por ejemplo un muñeco de peluche o un trapo (como en el caso del amigo de Charlie Brown) que tiene funciones psicológicas importantes, sobre todo al pretender dormir, cuando se está solo o en otros momentos, como el hastío. Surge como un objeto que suple ciertas funciones de la madre cuando esta se encuentra ausente. Constituye una fuente de placer y de seguridad para el niño que suele apretarlo, tenerlo cerca y hablarle. Permite al niño constituir un área intermedia entre él mismo y otra persona, o entre él mismo y la realidad. El objeto transicional es a la vez objetivo y subjetivo, objetivo porque se constituye sobre un objeto real, subjetivo porque se le dan y atribuyen funciones en el campo de la imaginación.
La teoría del apego es un estudio interdisciplinario que abarca los campos de las teorías psicológicas, evolutivas y etológicas. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, los huérfanos y sin hogar presentaron muchas dificultades, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le pidió al psiquiatra y psicoanalista John Bowlby que escribiera un folleto sobre el tema, que él tituló privación materna. La teoría del apego surgió de su trabajo posterior sobre las cuestiones planteadas.
La ansiedad por la separación o el dolor tras la pérdida de una figura de apego se considera una respuesta normal y adaptativa de un recién nacido apegado. Estos comportamientos pueden haber evolucionado debido a que aumentan la probabilidad de supervivencia del niño.
Una vez leí que a los niños les causa ansiedad el hecho de dormir porque no comprenden cuál es el mecanismo que nos lleva a estar dormidos unas horas. En el artículo comentaba que el niño que duerme con un peluche, cuando despierta y ve que lo tiene a su lado, se da cuenta de que está despierto y que eso le tranquiliza.
Cuando nace un bebé en mi familia, siempre regalo un peluche. Muchos padres, sin haberlo comentado, me han dicho: Uy, no sabes el cariño que ha cogido con el muñeco que le regalaste, va con él a todas horas.
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