Siempre me ha gustado el buen material. Yo les decía a mis alumnos: cuesta el mismo trabajo hacerlo con un material bueno que con uno malo, pero con el material bueno siempre te quedará mejor.
En mi casa siempre hemos sido de Caran D'Hache. Primero apareció en los regalos de primera comunión y yo siempre los he utilizado. Prácticamente he tenido de todo: lápices, acuarelas, ceras, pasteles. Cuando alguien iba a Andorra, siempre le encargaba alguna cosa de esa marca. Para los lápices tenía una maquineta especial que hacía la punta muy fina.
Debajo de mi casa, en la calle Valencia había una tienda Piera de material de bellas artes, prácticamente iba cada día. Eran como de la familia, un día salí en la tele por una exposición y todos me dijeron: ayer te vimos en la tele.
En aquella tienda podías comprar los colores Caran D'Hache sueltos, de uno en uno, así no tenías que comprarte toda la caja si se te acababa alguno. Yo tenía una caja de dos pisos y con aquello hice los cuentos que ya habéis visto.
Otra época me dio por los colores al óleo. Compraba unos colores de la marca Old Holland y te aseguraban que los había utilizado VanGogh, decían que el color duraba 500 años, las impresiones fotográficas solo duran 200 años. Algún color valía 5.000 pesetas. Tengo unos 100 colores.
Yo hice un trabajo con unas paletas en papel que había utilizado para pintar unos cuadros monocromos. Los fotografié y me gustaban las imperfecciones que tenían.
Mi hermana tenía un perro que se llamaba Gas, yo le quería hacer una obra con diferentes cuadros monocromos del color del perro.
José Maria, su marido llevó el perro a la tienda y escogimos los colores. Aún tienen los cuadros colgados. La verdad es que cuando los ves piensas en él.🤔
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