miércoles, noviembre 12, 2025

Maquillaje

 En la guardería a la que iba Cloe aquí en Cervelló, siempre estaban haciendo actividades con los niños para distraerlos.


Celebraban cumpleaños, castañera, pesebre, Papá Noel, Caga tió, Sant Jordi, días de los colores, en fin, de todo.

Unos días antes te daban instrucciones por si había que preparar algo, que los niños tenían que llevar algo para disfrazarse, como en la castañada.

¡Lo peor de todo es que siempre les pintaban la cara cantidad!

Se ve que a las profes les gustaba mucho hacerlo y me imagino que a los niños también les gustaba mucho.

El día peor fue cuando a mi hija le tocó hacer de Rey Negro. ¡Horror!

Cuando la fui a recoger, vi que llevaba toda la cara pintada; bueno, casi no se reconoce. Además, luego hay que estar tres horas para quitarle semejante cantidad de pintura.

Pero, ¿qué ibas a hacer?

Aguantarte.

Supongo que si decías algo, se lo hubieran tomado muy a mal o directamente no lo hubieran entendido o pasarías por "la madre rara".

Porque en todo lo demás, las profes eran un encanto.

En fin, que no dije ni mu.

Más mayor, jugaban su amiga Èlia y ella a pintarse cosas raras con mi ordenador.

En una época le cogió mucha afición a maquillarse y pintarse y tenía muchas paletas de colores que pedía por internet.

También le gustaba hacer inventos poniéndose cosas en la cara: corazoncitos, por ejemplo.

Se pintaba cuando había que ir a alguna mani.

Y jugaba con los filtros del móvil.

Ahora se lleva mucho.
















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