En 2014 participé en un proyecto de #Cáritas, que se llamaba Retrats sense sostre.
En el proyecto se pedía que debías trabajar conjuntamente con una persona desfavorecida que estaba tutelada y acompañada por Cáritas.
La persona con la que trabajaría se llamaba: Alma.
Primero tuvimos una entrevista con ella y su tutora, en una dependencia de Cáritas para conocernos.
En aquella primera entrevista, Alma solo miraba al suelo y apenas habló.
Yo propuse hacerle retratos en la zona agrícola del #BaixLlobregat. En aquella época estaba trabajando en mi serie: "Horts".
Fuimos en coche varias personas: Alma, su tutora, dos personas más de Cáritas, Víctor y yo.
Llegamos al Baix Llobregat y le hice una serie de retratos, para luego poder escoger los que más me interesaran.
Al principio Alma estuvo un poco cortada, pero con el viaje, poco a poco se fue abriendo y la verdad es que al final hizo muchas bromas con limones que tenía un payés e incluso se puso a cantar muy animada la canción: "Mi limón, mi limonero". Disfrutó mucho de la salida.
Hice una serie de 8 fotografías en las cuales iba explicando con frases su biografía.
Otra curiosidad de este proyecto era que no se exponía en una galería, sino en algún comercio que fuera interesante, y en mi caso se escogió una tienda de muebles vintage que había en el Eixample.
Fue una experiencia muy enriquecedora porque era diferente a todo lo que había hecho.
Alma solo puso una condición: quería una foto ampliada de las de la serie y que fuera para ella.
Tiempo después se la fuimos a llevar.












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