El mundo de las patatas fritas ha cambiado mucho.
Ahora las patatas fritas a palo seco, ya no interesan. Hay cientos de sabores, a cuál más raro.
Hay patatas fritas de:
Sabor Macarrones
Sabor Pepino
Sabor Mojito
Sabor Paella
Sabor Huevo Frito
Sabor Alitas de Pollo
Sabor Pizza
Sabor Hot Dog
Sabor Menta
Sabor Capuchino
Sabor Sushi
Sabor Nube de Algodón
Sabor Rollo de Canela
Sabor Leche
Sabor Macarrones con Queso y Tomate
Sabor Arándanos
Sabor Chocolate
Sabor Solomillo
Sabor Miel
Sabor Queso de Cabra y Cebolla Caramelizada
Sabor Kiwi
Sabor Huevo Frito
Sabor Chorizo
Sabor Salchichón
Sabor Queso Curado
Sabor Bikini de Jamón y Queso
¿Qué pasa? ¿No se pueden comer patatas fritas normales?. ¿Se han vuelto locos?.
Ahora hay un tipo de comida que se llama: Frankenstein, son comidas que mezclan sabores raros y que parecen incomprensibles.
La innovación está a la orden del día en el sector de la alimentación y cada vez son más las empresas, incluidas las tradicionales, que son conscientes de que o apuestan por la diferenciación o desaparecerán debido a la gran competencia.
Los departamentos de I+D se quiebran la cabeza por idear sabores que nos retrotraigan a nuestras raíces o que nos sorprendan por su singularidad o extravagancia.
Las iniciativas sostenibles y saludables vienen pisando fuerte en este sector que tiene la mirada puesta en las formas de producción y las nuevas formas de consumo en línea con el respeto de nuestro entorno.
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