El otro día estuve viendo diapositivas antiguas. Tengo una caja llena, pero hacía mucho tiempo que no las miraba. Encontré fotos que ni siquiera recordaba. Esas fotos te causan una impresión bestial, de repente, te llevan a otra época y empiezas a recordar.
Las imágenes tienen un gran poder. Hace poco comentaba con un familiar, que en el desastre que está ocurriendo en el volcán de La Palma, cuando a la gente le dicen que coja lo imprescindible, de la casa que están a punto de perder, estos cogen las fotografías, dicen que lo demás lo pueden volver a tener, se puede comprar, pero las fotografías son irrepetibles, no se pueden volver a tener de ninguna manera, y contienen toda tu historia.
Hablando de fotografías, un día salió en El País una fotografía de Diane Arbus, a toda página, la imagen en donde aparecen unos padres junto a su hijo que padece gigantismo. La fotografía: Gigante judío en casa con sus padres en el Bronx, Nueva York (1970), se expuso por primera vez en la Fundación la Caixa, en Barcelona, en el año 2005 y salió un articulo publicado en la prensa.
El periódico estaba encima de la mesa del comedor y mi hija de 4 o 5 años, la vio y se la quedó mirando un buen rato, no sé que debió pensar, pero se quedó impresionada. Yo vi lo que pasaba e intenté explicarle un poco, la foto para que lo digiriera a su manera.
Susan Sontag ya hablaba del poder de la fotografía, en su libro: "Sobre la fotografía", en el año 1977.
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