Una vez me pasó algo curioso.
Cuando trabajaba en la escuela, a veces, paseaba por los alrededores, el barrio gótico, la Catedral, la plaza Sant Jaume donde está el Ajuntament y la Generalitat, por allí hay muchas callejuelas llenas de tiendas antiguas.
En la calle del Call, había una sastrería antigua y también vendían pijamas y bufandas y ropa de caballero.
Aquella tienda tenía un escaparate, que hacía esquina, era plano, de vidrio, cabían pocas prendas. Allí vi un pijama de hombre de un color entre rosa y violeta, de calidad que era muy bonito, pero un poco caro.
Había pasado varias veces por allí y un día me decidí a comprarlo. Entré en la tienda, fui al mostrador y pedí el pijama. Me contestaron: Imposible, esta noche, nos han roto el escaparate y se han llevado el pijama. Yo me quedé a cuadros!.
Efectivamente, salí a la calle y se habian llevado el pijama. El cristal, claro, estaba roto. Ya he dicho que era muy bonito.
Todavía, no me lo creo.
Me dijeron que lo podía encargar y que intentarían volverlo a tener.
Al cabo de un tiempo, me llamaron por teléfono, volvían a tener el pijama.
Fui y lo compré.
No sé a donde habra ido a parar.