El otro día me puse a ver el documental: La Feminista, en Filmin.
El documental, de 2018, trata sobre la pionera feminista sueca Gudrun Schyman, una pionera en su país que actualmente es líder del partido Iniciativa Feminista, uno de los más influyentes en cuanto a materias de igualdad. Algunas personas la ven como una superheroína, otras como una villana. Pero la mayoría coincide en que es una de las políticas más influyentes de las últimas décadas.
Gudrun Schyman ha pasado por diversos altibajos a lo largo de su carrera: de familia obrera y padre alcohólico, comenzó a trabajar como asistente social, llegando a liderar al Partido de la Izquierda (Vänsterpartiet), con el que obtuvo el mejor resultado de su historia. En 2005 fundó el partido Iniciativa Feminista (Feministiskt Initiativ), desde el que sigue trabajando por intentar elevar los niveles de igualdad en su país.
En el documental, en uno de los primeros planos, aparece ella, hablando en un debate con otros políticos, diciéndoles: "si limpiarais los que ensuciais en casa, no tendríamos que limpiar las mujeres, ni tendríamos que contratar a otras mujeres para hacerlo".
También en el documental, un hombre la reconoce y le comenta: "que por su causa, ahora todo el mundo odia a los hombres y que le es muy difícil ser hombre".
Ella, por encima de todo, defiende los derechos humanos, para todos. Por encima de mujer, se declara: humana.
El tema de las tareas domésticas es uno de los huesos duros de roer. Aunque los hombres van cambiando milimétricamente.
Por cierto, actualmente, en todos los anuncios en los que alguien realiza tareas domésticas, solo salen hombres. Si salieran mujeres sería visto como muy machista.
Queda mucho por hacer.
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