Shein

 Hace unos días, este mes, fue el birthday de mi hija. A mí me gusta mucho, pensarme el tema de los regalos. Disfruto mucho mirando cosas que puedan ser adecuadas para la persona y normalmente, trabajo con tiempo y lo tengo mucho antes de la fecha.

Este año le había comprado una camiseta de La Casita de Wendy, que tienen unos diseños muy imaginativos y con mucha gracia. Mi hija estudiará un grado de diseño de moda el próximo año y pensé que le gustaría apoyarla con eso.

Pero varios días antes vi una camisa con un estampado de gatos que también me gustó. No era muy cara y la pedí por internet.

Llegó el día de su cumpleaños y le dimos los regalos, su padre, unas cosas de: We can do it y yo la ropa.

Al destapar mi regalo number two, me dijo: Qué???, yo había dejado la bolsa transparente con zip y vio horrorizada que ponía: Shein. 

Yo, la verdad es que nunca había oído esa marca, pero se ve que es lo peor de lo peor. No quiso ni siquiera abrir la bolsa.

Yo le comenté que eran gatitos. Como ella está en barna toda la semana, le voy enviando reels de gatitos por internet, que hacen bastante gracia. No la estoy llamando cada día, pero es un código que tenemos para estar en contacto. Además, yo tenía un gato. Pensé que le encantaría.

El fenómeno Shein, la empresa china de moda que ya es mejor que Zara o H&M

Venden ropa y accesorios solo por internet, a precios bajos, y se promocionan a través de las redes sociales. 

No se encuentra en ninguna zona comercial, de hecho, carecen de tiendas físicas, y tampoco invierten en publicidad convencional.  Pero la marca china Shein, quizás es la primera vez que muchos sienten este nombre, amenaza gigantes como Zara o H&M. 

En 2021 fue la compañía que más creció en Europa, y su valor se estima en 92.000 millones de euros.  Supera en casi 30.000 millones el valor en bolsa del grupo Inditex (propietario de Zara) y cuadruplica el valor de la sueca H&M. 

Aunque las grandes marcas de moda rápida H&M, Zara y Primark todavía encabezan la clasificación en cuanto a cuota de mercado, esta empresa, fundada en 2010, ha crecido un 75% en el último año, igualando la mítica marca de vaqueros Levi's.

Con un modelo de negocio basado en precios bajos y novedades constantes, su público objetivo son los jóvenes menores de 25 años, y su plataforma de promoción, las redes sociales.  Con millones de seguidores en Facebook (26 millones) y en Instagram (24 millones), cada vez se acerca más a las cifras de Zara o H&M. 

En TikTok, la red preferida de los más jóvenes, en cambio, arrasa: con casi 4 millones de hinchas, cuadruplica las cifras de Zara.  Los posts con el hastag #sheinhaul acumulan más de 3,5 billones de visualizaciones.  Son vídeos donde los usuarios, en su mayoría, chicas, enseñan los pedidos, se prueban la ropa y comentan las características. 

La empresa trabaja con influencers para promocionar sus productos y también utiliza programas de afiliación, donde los usuarios promocionan los productos a cambio de un porcentaje de las ventas, de entre un 10% y un 20%. 

En el momento de escribir este artículo, el catálogo de Shein contiene más de 250.000 prendas, solo en la categoría de mujer, con precios que, de media, oscilan entre los 5 y los 30 euros. 

Los precios bajos son el principal reclamo, pero con los años han ido añadiendo facilidades para luchar contra las reticencias a comprar ropa por internet.  Envíos y devoluciones gratuitas, pero también incentivar con recompensas las opiniones de los clientes, que reciben puntos por canjear por descuentos si comentan y cuelgan fotografías de los productos recibidos. 

Fábricas en China con condiciones laborales irregulares.

La empresa basa su negocio en un modelo de producción "ultrarápido".  Con herramientas informáticas para analizar las tendencias y las compras, producen pocas unidades de los artículos más novedosos, aumentando la producción en función del éxito de ventas de la pieza. 

Pero, ¿de dónde sale toda esa producción? 

La web de Shein ofrece muy poca información sobre la empresa, y no es fácil saber de dónde provienen los artículos que tienen a la venta.  A finales del año pasado, la ONG suiza Public Eye publicó un extenso trabajo de investigación sobre Shein y sus fábricas en China. 

La empresa tiene contratos con varios proveedores que se encargan de confeccionar la ropa que les encarga Shein. Public Eye pudo comprobar que en la mayoría de los casos los trabajadores (tanto de grandes factorías como de pequeños talleres) trabajaban sin contrato y doblando jornada.  Unas prácticas que contravienen tanto el Código de Conducta del Proveedor de Shein como la ley laboral china, pero habituales en la industria textil. 

Uno de los talleres que fabrican para Shein, fue fotografiado por los investigadores de Public Eye. 

Ocurre con Shein, pero también con el resto de empresas que apuestan por este modelo de negocio de precios bajos y novedades constantes, casi desechables.  Y esto en una de las industrias más contaminantes del mundo, en plena emergencia climática.

Le dije Ok.

Hace poco tuve un encuentro familiar. Un sobrino que hacía unos 30 años que no veía, se acercó a mí y muy emocionado, me dijo: tengo que decirte algo importante, yo le dije: di, di, (no tenía ni idea). Me dijo: quiero agradecerte los regalos que me hacías cuando era pequeño, todavía me acuerdo. Me regalaste una bóveda de cartón agujereada que dentro se ponía una bombilla y proyectaba luces en el techo como si fueran estrellas. (Que bien, ni me acordaba). Estoy intentando fabricarlo y comercializarlo porque no lo encuentro, quiero revivir aquel momento, me dijo.