miércoles, marzo 02, 2022

Walden 7

 Yo vivo muy cerca del Walden, como le llamamos aquí. Tiene un aire de comuna hippie donde se hacen fiestas, yoga, pases de modelos y la gente tiene bici.

Walden 7 es un edificio emblemático de la avenida de la Industria, Sant Just Desvern (Barcelona). Es una obra del estudio de Taller de Arquitectura dirigido por Ricardo Bofill. El edificio es un ejemplo clave dentro de la arquitectura brutalista en España.

El proyecto nace en 1970, y se diseña por el grupo multidisciplinar de Taller de Arquitectura. Un grupo de trabajo donde se pretendía unir ciencias como ingeniería, psicología, filosofía y arquitectura. Entre los cuales estaban los hermanos Anna y Ricardo Bofill, Salvador Clotas, Ramón Collado, José Agustín Goytisolo, Joan Malagarriga, Manuel Núñez Yanowsky, Dolors Rocamora y Serena Vergano.

Originalmente, se le denominó Ciudad del Espacio y se pensó en construirse inicialmente en Madrid. Se inspiró en la obra utópica de ciencia ficción del autor Burrhus Frederic Skinner, Walden dos. Consistía en la construcción de una gran cantidad de viviendas autogestionadas para simular una pequeña ciudad en vertical, con casas y pisos, calles, tiendas y comercios. La mitad de la superficie en planta se destinaría a usos comunitarios, circulaciones y jardines. De esta forma aun con una densidad relativamente alta, se podía contrarrestar por el espacio en vertical.

Con un presupuesto menor que el de las viviendas sociales de la época y una financiación atípica, el Walden 7 se levanta como un monumento y punto de referencia de San Justo Desvern, en el área metropolitana de Barcelona. Su construcción es polémica por sus problemas económicos desde un principio.

En 1980, con solo uno de los tres edificios construidos, se encontraron evidentes y graves deficiencias cuando las baldosas -además de humedades, grietas en el interior de las viviendas o suelos levantados del primer edificio- empezaron a desprenderse. Durante muchos años una gran red protegía de las baldosas rotas. El proyecto original dejó de cumplirse al quebrar la empresa inmobiliaria, una filial del Banco Industrial de Catalunya, de Banca Catalana. El ayuntamiento se negó a declarar el edificio en ruina y para liquidar la deuda se quedó con los terrenos que aún estaban sin edificar. El coste de la reforma costó unos 1000 millones de pesetas (6 millones de euros). La rehabilitación del edificio se finalizó en 1995 e introdujo beneficios y mejoras como en la envolvente del edificio y una mejor climatización.

El Walden está formado por dieciocho torres que se desplazan de su base formando una curva y contactando con las torres contiguas. El resultado es un laberinto vertical siete patios interiores comunicados vertical y horizontalmente. Estos patios están comunicados a todos los niveles mediante circulaciones horizontales y verticales. Los callejones y pasadizos tienen nombres de grandes personalidades del siglo XX como Chaplin, Marx o Kafka o Albert Einstein.

El edificio es como un barrio que además de extenderse horizontalmente, lo hace verticalmente. En Total el edificio tiene 16 pisos de altura (incluyendo la terraza), y su superficie es de 31.140 m². Lo formaban inicialmente 446 viviendas, actualmente residen en él unos mil vecinos.

Aunque el exterior del edificio es de un color rojo arcilloso, en el interior se combina este color con un azul intenso. De color azul son por ejemplo las zonas comunes de la planta baja, los pasillos, pasarelas y las paredes de los cuatro principales patios interiores (con una fuente en la planta baja).

Las ventanas exteriores tienen una peculiar forma semicircular y su distribución en las fachadas es irregular aunque mantiene cierta simetría. Parece que con ellas se pretendiera romper las líneas rectas del edificio. La combinación de líneas rectas y circulares es constante en todo el edificio.

Hoy en día, los pisos que están en venta valen entre 165,000 y 310.000 €.

Cuando éramos pequeños, aquello nos parecía lejísimos y en nuestra ignorancia decíamos que era un edificio horrible. Y además sin balcones!, que era lo que cotizaba en aquella época.








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