martes, marzo 29, 2022

La bofetada

 Ayer solo se habló de una cosa: la bofetada. Quizás hoy, la noticia ya no interese porque ahora las cosas van muy rápido.

Asistimos a la primera bofetada globlal y en directo. Una bofetada planetaria. Ayer desapareció la guerra, el virus, las huelgas y victoriafederica. El mundo se convirtió en un infinito patio de vecinos en donde solo se hablaba del tema. En la radio, en la tele, en internet. Cuando recibimos un fuerte impacto tenemos la necesidad de hablar de él.

Cuando hablamos, creemos hablar de pensamientos, pero en realidad sólo hablamos de emociones. Lo mismo pasa con los recuerdos, decimos: solo me acuerdo de esto y no de otras cosas. Eso es porque los recuerdos siempre van ligados a algún suceso que nos ha tocado mucho emocionalmente.

Además fué muy mala estrategia. Seguramente si no hubiera reaccionado como lo hizo, nadie nos hubiéramos fijado en el comentario que se hizo. Hubiera pasado desapercibido. Ahora, el problema ha alcanzado consecuencias todavía peores. Además el hecho de que luego llore, recuerda demasiado los casos de violencia de género. Zidane también hizo algo parecido y todavía nos acordamos de él.

Ver, en directo, una escena de violencia nos causa una impresión muy fuerte. Si la tenemos cerca, mucho más, pero incluso a través de la pantalla. Es diferente si es una película donde sabemos que es ficción. La fotografía de la muerte de Lee Harvey Osvald, la tenemos grabada en la retina.

Will Smith es un hombre complejo. Su cara expresa a la vez, sonrisa en la boca, que en realidad es una mueca forzada nada natural, y los ojos expresan tristeza, son dos expresiones en una misma cara. Como actor nunca me ha gustado. Vi el Principe de Bel Air hace muchos años y ya me pareció infumable. Por otro lado, Crhis Rock también tiene una cara extraña.

Respecto a ella: Jada Pinkett Smith no solo es conocida por su faceta de actriz, productora, directora o guionista. Durante los últimos años, Pinkett se ha convertido en una de las entrevistadora más populares de Internet. La mujer de Will Smith presenta Red Table Talk, un programa emitido en Facebook por el que han pasado expertos en psicología y sexología y celebridades como Salma Hayek, Kevin Hart o Paris Jackson.

En el plató, la acompañan su madre, Adrienne Banfield-Joes, y Willow Smith, la hija de Jada y Will Smith. Las mujeres de la familia Smith suelen hacer confesiones que no dejan a nadie indiferente. Hace unos meses, Jada Pinkett habló abiertamente de sus problemas de adicción, sobre todo al alcohol pero también a las drogas. La actriz confesó que es un "un milagro andante". "Para mí, beber vino tinto era como beberme un vaso de agua. Me acostumbré. Bebí mucho alcohol en el instituto, y cuando salí de él, pasé a mezclarlo todo: éxtasis, alcohol, marihuana...", relató Pinkett bajo la atenta mirada de su madre e hija.

Él se ha disculpado, pero su reacción recuerda mucho a las escenas de cowboys que sacan la pistola con demasiada rapidez. Es un problema cultural.

Como ejemplo es pésimo.

Aparte de que esta imagen ya le acompañará para el resto de su vida. A nosotros también. A ver que dice cuando vaya al Hormiguero.

Por cierto, ya existe camiseta del suceso, la venden en: www.establishedblack.com








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