Hoy voy a hablar de cosas que me pasan, hay gente que ya está al día y gente que no.
Los artistas solemos mezclar nuestra vida con lo que hacemos, es así. Aviso: al que no le interese que cierre el Ipad y siga con sus cosas. (Hay gente que se sentirá aludida, cuidadín, no va por ellas).
En la cuenta: Mente Maravillosa, vi un artículo que hacía referencia a lo que os digo.
Decía: ¿Cuándo cortar el contacto con una persona para siempre?.
Cortar el contacto y la relación con una amistad, familiar o incluso una pareja nunca es fácil. Sin embargo, hay casos en que hacerlo no solo es recomendable, sino que es necesario. Analizamos esas situaciones.
¿Cuándo cortar el contacto con una persona para siempre? Admitámoslo, muchos nos hemos hecho esta misma pregunta más de una vez. En más de un momento nos encontramos en esa tesitura personal en la que alguien nos trae más problemas que alegrías. Hay quien, de pronto, es como la espina de un rosal, una figura que pincha, que hiere en medio de nuestro jardín de relaciones.
Hay quien no duda en reaccionar y sencillamente cierra la puerta a esa persona tras dejarle claro el desgaste hasta el que se ha llegado. Otros, en cambio, se alejan poco a poco, permitiendo que el vínculo se enfríe por sí mismo. Por otro lado, también están los que sencillamente cortan todo tipo de contacto y dejan que el silencio y la distancia actúen como evidente respuesta.
Todo es lícito y respetable. Sin embargo, hasta llegar a ese punto solemos debatirnos en las dudas y en los laberintos de la contradicción.
En el viaje de la vida siempre es bueno saber con quién contar y con quién no. Y el hecho de que sea así, no es ni bueno ni malo; forma parte de nuestra esencia, de nuestro principio de supervivencia y bienestar.
1. Contigo dejo de ser yo: relaciones en las que se disuelve tu identidad.
2. Cuando siempre quieres algo a cambio de mí: la instrumentalización del vínculo.
3. Me haces daño y ya no puedo permitirlo: la herida del narcisismo.
4. Aparentas lo que no es: el falso afecto.
Porque quien te quiere, nunca haría uso de la mentira ni te decepcionaría de manera continuada.
5. ¿Cuándo cortar el contacto con una persona para siempre? Cuando tú y yo ya no somos los mismos.
Las personas cambiamos. El tiempo nos hace madurar, orientarnos por otros intereses, avanzar hacia otros caminos e incluso por qué no, dejar de sentir el mismo afecto por quien antes parecía ser un pilar indiscutible en nuestras vidas. El amor se apaga y hasta hay amistades que se marchitan con los años. Sentir esto no es un acto de egoísmo o de traición, es asumir que los cambios suceden y que, como tal, hay que aceptarlos.
No podemos negar la evidencia. Cuando sentimos que ya no somos los mismos, que tanto nosotros como las otras personas han cambiado, lo mejor es asumir la realidad. Alimentar un vínculo que ya no es auténtico no tiene sentido y puede hacernos daño a ambas partes. Dejar ir a la otra persona será un acto de madurez y también de necesidad.
Para concluir, más allá de la dificultad de decir adiós, de poner distancia o de dejar enfriar esa relación, está nuestro bienestar. También el principio de ser coherentes entre lo que sentimos y hacemos. Pensemos en ello.
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