Como ya se acaba el verano, explicaré una historia del verano.
Cuando eramos pequeños, mis padres alquilaban una casa en Castellterçol. Íbamos en Semana Santa y en verano, nos instalábamos: mi madre, nosotros 4, y cuando mi padre estaba de vacaciones también venía y a veces algún tío, pero estábamos muy tranquilos.
En Castellterçol explicaban una leyenda que decía que el nombre del pueblo proviene de una historia de un Rey que se asomaba a una torre que tenía tres ventanas. Cuando se asomaba a cada una de ellas veía un sol, como eran tres ventanas, veía tres soles, Elemental querido Watson!.🧐
En casa en Barcelona, éramos 9 y allí éramos menos y había más tranquilidad. Teníamos amiguitos de nuestra edad con los que nos veíamos cada día, en fin un remanso de paz.
Un día, mi madre dijo: vamos a ir a comer a la era. Hizo patatas hervidas con piel y mayonesa. Preparamos todo y hacia las 12 fuimos para allá. Estaban haciendo la siega del maíz y habían muchos pajares.
Cuando llegamos a una explanada, empezamos a colocarlo todo para la comida. Habían bastantes nubarrones en el cielo.
Cuando ya estaba todo preparado, el mantel de cuadros rojo, los platos, los vasos, los cubiertos y ya estábamos sentados, empezó a llover y aquello se convirtió en un diluvio con rayos y truenos. Empezamos a recoger todo a toda prisa y nos fuimos corriendo para casa. Llegamos completamente mojados y sin aliento por la carrera.
Las patatas nos las comimos en casa. Aunque llovió, fue una mezcla de risa, de carreras y de rabia por la mala suerte y por lo inoportuno del aguacero. Porque luego paró, claro!.
Todavía nos acordamos de aquel día.☁️🌥🌨🌧🌩
El rey aquel, ese día no hubiera visto nada.🙄
No hay comentarios:
Publicar un comentario