Hoy hace justo 25 años que Víctor y yo habíamos vuelto la noche anterior de un viajecito en coche por pueblecitos de Francia. Hacía muy poco que vivíamos juntos.
Un día como hoy, por la mañana, muy pronto, se escuchaba por el patio de la cocina, una radio a todo volúmen. No se entendía lo que decían.
Nos levantamos y desayunamos en el balcón, aún hacía buen tiempo.
Más tarde nos enteramos a que se debía aquella radio vociferando.
El mercedes de Lady Di se había estampado en París, junto al puente de Alma. Murió al instante.
Fin de una vida.
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